viernes, 14 de agosto de 2009

Magia del contacto humano

El roce de una mano puede envolvernos en una ambiente de afecto y comprensión y habla con mayor elocuencia que las palabras.

Tengo buenas razones para saber que la causa de muchos problemas humanos reside sencillamente en la falta de contacto entre una persona y otra, podemos lanzar al espacio dispositivos para sondear Marte, pero cada día nos resulta más dificíl comunicarnos con la mente y el corazón de los seres que amamos.
Por mí parte tengo una gran fé en el contacto como remedio paa los spíritus enfermos, puessé cuánto puede lograr. El afecto es el clima en ue florecen todas las cosas vivientes, y a veces un simple roce puede crear la atmófera apropiada. Un padre desordena suavemente la cabellera de su hijo, y con ese sencillo ademán expresa gozo y orgullo infinitos, un marido al ayudar a su esposa a ponerse el abrig, posa un momento la mano en el hombro de ella... y con eso le dice "Te quiero", con tanta claridad como si hubiese escrito esas palabras con letras de fuego.
El cariño es como la gratitud: no vale de mucho si no se demuestra.
Uno de los ejemplos más notables del poder curativo del tacto, es la de la Pianista de concierto Marta Korwin Rhodes, que estaba en Varsovia cuando los nazis atacaron la ciudad en la segunda guerra mundial, y se ofreció para trabajar de enfermera en un hospital y a tender a los heridos, ha escrito:

"Cierta vez, muy entrada la noche, mientras recorría yo las salas , vi a un soldado que tenía la cabeza metida bajo la almohada; en medio de su dolor, sollozaba y gemía contra la almohada a fin de no molestar a nadie. ¿Qué podría hacer por él? Me miré las manos y me pregunté que, si podía transmitir vibraciones de armonía a través del piano, ¿por qué no podría transmitir vibraciones de armoníadirectamente, sin necesidad de instrumento alguno? Cuando tomé la cabeza del muchacho entre mis manos, él me las agarró con tanta fuerza que pensé que sus uñas se me quedarían clavadas en la carne. oré para que la armonía del mundo la penetrara y aliviara su dolor. Los sollozos de herido se calmaron, y luego aflojó las manos y se quedó dormido.

Tal es la magia del contacto, capaz de expresar amor, y de atenuar el sufrimiento, capaz de dar humanidad a nuestra especie.

¿tendré razón?



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